sábado, 8 de octubre de 2011

CANICHEXTREM CABALGA DE NUEVO

Pues si, después de una larga temporada en el dique seco, el hermano Extremo volvió a enfrentarse a la realidad de las pistas que a punto estuvieron de truncar su afición por el enduro.
La idea era pasar un día de "tranqui-trail", joder como odio esta puta expresión.... Salimos con la fresca de la mañana por la pista del cementerio con el objetivo de llegar al nacimiento del río Ginel y a la laguna salada de Mediana. Con la ayuda del GPS vamos trazando la ruta, aunque en gran parte eran caminos ya conocidos por nosotros. La verdad que llegamos en seguida al primer hito de la ruta: la ermita de Nuestra Señora de la Magdalena, punto previo al nacimiento del río.
Primera parada que aprovechamos para hacer unas fotos.
Aunque lo niegue se puede ver la cara de satisfacción de Extremo después de una hora tragando polvo. Después de las fotitos, arrancamos y a los cien metros bajando por una cuesta empinada aparece como un oasis en el desierto el nacimiento del río Ginel.

El lugar no es que sea una maravilla de la naturaleza, pero si que choca el que en una zona tan árida como la que le rodea, a momentos semidesértica, brote un manantial de agua cristalina como éste. Otro dato curioso del susodicho es su ridícula longitud ya que desemboca en el Ebro a quince kilómetros de su nacimiento. Supongo que debe ser uno de los río más cortos de España.
Dejamos a un lado el micro-río y seguimos ruta dirección laguna salada... (otro fraude de la naturaleza) porque esta laguna debe tener agua cinco días al año si llega....
En media hora más o menos de recorrer polvorientos caminos llegamos a la Laguna. Parece que entramos en otra dimensión, pues de repente una niebla nos envuelve. El lugar si no fuera porque vas acompañado da yuyu. Eso sí, mientras paramos a reponer fuerzas comenzó a llegar toda la gente que había en los alrededores, (¿será el magnetismo de la laguna?).
El último trozo de la etapa lo hacemos con tranquilidad, por una pista que nos acerca hasta el burgo de ebro. Aprovechamos para subir a la ermita de San Jorge desde donde se puede ver una buena panorámica de la zona. Al ver tal cantidad de sendas por los montes a uno que yo me se le entraron ganas de lanzarse por ellas. Por fortuna recapacitó un segundo no se que la liemos el primer día....
¡Qué bonita queda la WR con los montes al fondo...! Si es que casi se mimetiza con el paisaje....
Para completar la ruta nos metemos de vuelta por el circuito del burgo y le damos una vuelta sin mayores consecuencias bajo la atenta mirada de un quad-trero parco en palabras..
El resultado del día: 80 km de ruta fácil pero amena. A mi personalmente disfruto tanto de la moto como de la naturaleza, así que me da igual por donde vaya. La compañía un placer, por supuesto.
Como colofón un buen lavado a presión para las burras que se lo habían merecido.

Hasta la próxima....

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