no se si seré capaz de encontrar las palabras necesarias, aunque lo intentaré, para describiros las múltiples y contradictorias sensaciones que me sucedieron durante un corto pero intenso viaje de dos personas, 32 horas, -14º centígrados y 850 kilómetros....
La sucesión de los hechos es la siguiente:
Sábado 9 de Enero a las 8:00 horas quedamos en mi casa el Caniche Cobarde y servidor, si bien es cierto que ya llevo una hora con los preparativos de la moto, los problemas de estrenar alforjas antes de un viaje. Nos saludamos con brillo en los ojos, no se si de la emoción por el viaje o por el puto frío que hace a esas horas....
Quedamos de acuerdo en parar en la gasolinera de Miralbueno para echar un café con los grupos de moteros que haya y ver por dónde van a ir ellos. ¡Sorpresa!, ni un motero a esas horas, ¿se habrá cancelado Pinguinos?, ¿o no hay nadie tan loco?. Así que de tirón comenzamos el viaje por la AP-68 dirección Miranda de Ebro, Burgos y Valladolid, pensando que sería por donde estaría mejor la carretera.
Tras 1 hora más o menos de viaje empiezan mis pensamientos negativos..., "joder que frío que hace", "yo ya no aguanto más..", "no siento las manos...", "pero si yo nunca tengo frio en el cuerpo.."; en fin, un puto infierno. Así que paro en la estación de servicio de Calahorra donde se empezaba a ver un poco de lo que iba a ser la tónica general del viaje, ese puro y bucólico elemento llamado nieve que se convertiría más adelante en pesadilla y acicate de nuestras motos. Bueno tras un café y bocata parece que la vida tiene otro color así que "p'alante con dos cojones". Mucho antes de llegar a Logroño "comienzan las hostilidades". Unos ligeros copos anunciaban lo que poco a poco iría tomando cuerpo, nos comimos el Hermano Cobarde y yo una nevada de las de aupa, de las que se te pegan al casco y no puedes ni ver. Eso sumado al suave deslizamiento lateral de las ruedas por el hielo de la calzada. Así china chana vamos pasando, mejor dicho sufriendo los kilómetros hasta enfilar la salida de Miranda. Nuestro acojone iba "in crescendo" puesto que a la nevada que no paraba sino que arreciaba se sumó nuestra falta de previsión con la gasofa, los dos en reserva sin saber dónde estaba la próxima gasolinera.
Tras un lapso de tiempo que se me hizo eterno, (yo creo que en esos momentos iba sudando dentro del traje), por fin un cartel de estación de servicio. ¡La salvación!, ¡pero joder si la entrada tiene un palmo nieve! aquí nos la pegamos... pero por fortuna no fue así. Repostaje, descanso café y fotos.
De aquí hacia delante en comparación fue un camino de rosas, largo y frío eso sí.
Con una parada más para evacuar nos plantamos en Fachadolid y a un paso Puente Duero, lugar de la concentración. Ya los pelos se me iban poniendo de punta con la cantidad de motos que se veían.
Una salida de la autovía, una recta, dos rotondas un para de picoletos... y sí, al fondo, eso es... ¡por fin! hemos llegado. Vuelve el brillo a los ojos (sera el frío, ¿no?.
Paramos, nos abrazamos, nos inscribimos, flipamos, acampamos y nos ponemos cómodos. Joder miro el reloj y las 4 pasadas, vaya tela y sin comer. Ala pues a echar un bocata a los chiringuitos y estirar las piernas.
Después un paseo por las instalaciones (un 10 para la organización, muy bien curradas), visitas a los chiringuitos moteros, inspección a las miles de motos que se ven de todos los tipos y luego a lo que mejor se nos da: "tomar cañas". También muy bien montado todo, carpas calentitas, música, camareras, precios populares.... que más queremos.
Unas horas después ya más calientes decidimos pasar a la acción e ir a cenar. Otro 10 para la organización, todo muy rico y calentito.
¿Y ahora qué se hace?, pues qué va a ser, ¡cubatas!, ala vuelta a las carpas....
El resto de detalles hasta la hora de dormir los omitiré porque no aportan nada a la historia, solo diré que para esa hora la temperatura ya bajaba de los -14ºC, imaginad meteros en el saco de dormir.
Yo que en mi juventud era un rudo montañero acostumbrado al invierno nunca había pasado tanto frío, hasta temblaba en el saco, es el precio que hay que pagar en Pinguinos (eso o buscarte un@ pinguin@ y arrimarte). Dicen que una imagen vale más que mil palabras: para muestra mi careto al levantarme por la mañana, mezcla de congelación, cansancio y resaca. Con un par de webs nos levantamos, nos vestimos y empezamos a desmontar la tienda y organizar el equipaje. Mientras tanto una nueva inquietud asoma por nuestras mentes: ¿arrancará la moto?, ¿tendrá batería?, la pobre ha pasado más frío que nosotros y hay algún vecino que tiene congelado hasta el bloqueo. Por fortuna tras agónicos y sordos estertores el boxer y el V arrancan contentos de haber acudido a Pinguinos.
Nos aplicamos el desayuno que incluía la entrada de huevos fritos fríos, churros, cafe y mermelada tras el que arrancamos de vuelta a casa en compañía de un chaval con otra V que iba dirección Zaragoza.
Decidimos cambiar la ruta y volver por la N-122 del Burgo de Osma, Ariza, Calatayud, etc pensando que ya estaría del todo despejada de nieves y hielos. Esta vez si que acertamos. El mayor contratiempo que nos encontramos fue otra vez el maldito frío. Al poco de estar montado ya pierdes la sensibilidad en manos y pies. Fuimos casi de tirón hasta el Burgo de Osma y por poco pierdo las manos, sino preguntadle a Cobarde que estaba más jodido que yo todavía.
La carretera hasta ahí tiene pinta de ser muy bonita con el buen tiempo, pero entre estar atento a que no se te empañe la visera, no se te duerman las manos y el cansancio, la verdad es que no la aprecias demasiado.
En el Burgo de Osma paramos en un bar a tomar un café y en una de estas casualidades paran también un grupo de moteros entre los que iba el Panadero (Pan Am). Éstos venían de Motauros (Tordesillas), así que estuvimos de charrada un rato y como ya era la una aprovechamos e hicimos juntos un almuerzo-comida consistente, con huevos, jamón, lomo, torreznos, patatas, vino, carajillo, etc... Así repuestos afrontamos la parte que se presuponía más dura del retorno porque según comentaban éstos ayer por la zona de Ariza es donde había más nieve y hielo en la carretera. Arrancamos y con el culo preto fuimos devorando los kilómetros sin más complicaciones. Si que se veían restos de hielo y nieve por la carretera pero sin más problemas.
Parada técnica a repostar en el área de Ariza y ahí nos despedimos de nuestros improvisados compañeros porque Cobarde y el menda decidimos autoinvitarnos a un café en casa de Krom en la Almunia. Más que de Pinguinos parecía que habíamos hecho el Dakar de la cantidad de mierda que llevaban las motos, pero es lo que tiene el invierno y la sal. Un sincero agradecimiento para Krom y Bicha por invitarnos a postre y café con las pintas que traíamos.
Ya por fin la última etapa del camino y sin casi ni enterarnos llegamos a casa a eso de las 6 de la tarde antes de anochecer. Mi sonrisa de satisfacción podía a la mueca de cansancio y sueño por el placer de haber superado el reto de un viaje tan duro por la distancia y la climatología adversa. Una vez en casa te queda el poso de los buenos momentos que te dan las motos y los malos ratos los vas dejando en la papelera de reciclaje de tu cerebro.
En agradecimiento a mi V por lo bien que me había tratado el fin de semana decidí sin quitarme el traje de faena ir a lavadero para dejarla bien limpita, que a todos nos gusta una buena ducha cuando estamos agotados. Garaje, candado, un beso y buenas noches... ahora por fin a casa, a tirar la ropa que huele a hoguera y choto, ducha y descanso del guerrero.
En fin queridos amigos, no dudo que el año que viene si puedo volveré porque la experiencia aunque dura es altamente satisfactoria, ya se sabe que "sarna con gusto no pica" y a mi esto de la moto me tira........
Saludos a todos y nos vemos pronto.
P.D.: aquí dejo el resto de las fotos para que las podáis ver:
PINGUINOS 2010 |
4 comentarios:
Jodo macho, vaya voladura de viaje madre mía !!! Claro, es como la timba, por ella llegas a hacer locuras si o no?
Mis felicitaciones a los moteros claro que sí. Una crónica impecable santo Ostrich !
Gracias Majer, nos faltaron las fotos con monchito en Pinguinos...
Los tenéis cuadraos!! buenísima la crónica Ostrich... de un viaje de moteros en el que no disfrutas de la moto.... jajajaja
Al año que viene igual os acompaño... ah!, no calla, que no me va el frío, jeje.
Bueno, chicos, digo perros, enhorabuena por regresar sanos y salvos... y con todos los dedos... ¡le habéis echao un par! y es que los caniches son capaces de cualquier cosa...
Me alegro que lo pasárais tan bien. Un abrazo
grande, grande la crónica¡¡¡¡ si señor¡¡¡ fíjate si es buena la crónica que por un segundo hasta he pensado ir al año que viene¡¡¡¡ aunque todos sabemos que para el año que viene ya se me habrá olvidado esta sensación, pero el momento es lo que cuenta¡
Me alegro de que lo disfrutaseis y de que paraseis a echar un cafecito.... al año que viene, si se establece la almunia como parada y fonda os estaré esperando con mejores agasajos... y una manta térmica, jejejej
UP THE CANICHES¡¡¡¡¡
Publicar un comentario