CALENTAMIENTO PARA PINGUINOS

Queridos Caniches Faltones del Huerva. El pasado día 4 de Enero el caniche cobarde y un servidor nos fuimos de ronda por eso de ir ensayando un poco para la paliza de pinguinos. La verdad que la mañana aunque fresca prometía ya que el sol poco a poco iba levantándose por el horizonte.
Tras el repostaje de rigor de las motos ( y el de los caniches) en la gasolinera de Valdespartera, decidimos poner rumbo hacia la carretera de la ribera, que es la que va desde Alagón hasta la Almunia.
Una vez dejamos la Almunia nos metemos dirección Tobed por la carretera antigua de Madrid que pasa por Mularroya. A partir de aquí empezó el fresco y los baches. La carretera la verdad que era una mierda, pero el paisaje es bonito y merece la pena pasar por lo menos una vez por ahí. Además los continuos baches nos ayudan entrenando los lumbares y las cervicales para pinguinos. Después de Tobed, continuamos hacia Codos, Mainar y volvemos dirección Zaragoza bajando el puerto de Paniza.
Habiamos acordado almorzar en el pueblo de Paniza en el bar Los Arcos, famoso por sus tapas pero cual fue nuestra decepción al estar cerrado.
Nos tuvimos que conformar con un triste bocata y pincho de tortilla en Cariñena, donde la camarera Rumana casi nos perdona la vida por consumir. Suerte que se le olvidó cobrar los cafés. Eso le pasa por borde.

Después del triste almuerzo tuvimos el acierto de tirar hacia Villanueva de Huerva para bajar hasta Zaragoza por la carretera que va bordeando el Huerva (Mezalocha, Muel). La verdad que fue un trozo bastante bonito de curvitas que aunque el asfalto no era el mejor del mundo por lo menos te permitían algún que otro pasatiempo. En Villanueva vimos de pasada un bar lleno de motos que no descarto que probemos alguna futura excursión.
No puedo dejar de lado el nombrar a un aguerrido motorista que en una TDM y con su chupa de cuero con el logotipo de Bultaco (lo que denota su procedencia de "pureta"), nos pegó una lijada en la zona de curvas que nos hizo volver a la realidad de lo que somos: Caniches Faltones del Huerva, y no motoristas.
Poco más que destacar de la excursión. Como resumén podré decir, que fue bonita, entretenida, rápida y que sino hubiera sido por el fracaso de almuerzo sería digna de repetir. Bueno siempre se puede cambiar de restaurante, ¿no?.
Os pongo el plano de la ruta, porque me hace sentir mas friki.


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